El logo y su función

Un logo debe poder cumplir con dos premisas claves. Por un lado, debe representar con eficacia la identidad de su poseedor y por otro lado, ser efectivo en la recepción del mismo: presentar en el imaginario de las personas dejando una huella imborrable de su marca. No olvidemos que un logo están destinado a:

a) Representar a una compañía por completo: aquel que desee ver prosperar sus negocios necesita definir un mensaje claro que conduce todos los aspectos que lo conforman: productos, servicios, filosofía y misión. El logo diseñado deberá dar cuenta de este mensaje de manera simple, atractiva y pregnante.

b) Facilitar el reconocimiento de una marca:A través de el, el público accederá a reconocer de inmediato a una compañía. Sirven como señales dentro de un variado universo de marcas, haciendo posible la asociación automática de determinado diseño con determinada organización.

c) Diferenciar a una empresa de su competenciaTiene que ser inmediatamente reconocible permitiendo marcar la diferencia entre una organización y sus competidores. Un logo que se confunde con el de los competidores podría provocar que se consuman los artículos de la competencia, especialmente si ya se encuentra más establecida en el mercado.

d) Consolidar la presencia de la organización en el mercado.Mas allá de la calidad en la producción, servicios y atención al cliente, es crucial para toda empresa tener un logo que de una imagen de profesionalismo y seriedad; de esta manera será posible lograr un sólido posicionamiento. La presencia permanente de un logo en el mercado a través de los años significa a la vez una mayor consolidación de la marca; cargan con las valoraciones social de una organización.

A fin de que un logo cumpla con su objetivo, existen parámetros básicos en la creación de su diseño:

- Simple: no hay que confundir calidad con complejidad en el diseño. Un diseño con formas, líneas y tipografías simples, así como con una paleta cromática acotada generará un gran impacto si está realizado, además, con creatividad. El principio de simplicidad es clave, hará que sobresalga entre los múltiples signos existentes en el ambiente y permitirá que el diseño se instale en la mente de las personas.

- Adecuado: el logo de una empresa debe ser coherente con ella; al ser el rostro visible de la misma, es fundamental que el diseño sea coherente con la imagen que ésta quiere dar de sí. La coherencia o consistencia es la relación lógica entre los instrumentos gráficos seleccionados para la composición de un logo y lo que una organización desea transmitir. Todo lo que conforma a un logo habla de alguna manera acerca de la empresa representada.

- Atractivo: para que un logo llegue a establecerse en el mercado y en la mente del público es necesario que ante todo impacte a las personas apenas éstas lo vean. Es fundamental que llame la atención facilitando evocar una imagen clara y precisa. Si pensamos en las marcas famosas comprobaremos que todos recordamos con facilidad sus logos. Esta cualidad es fundamental, porque los logos recordables son guías que funcionan a la hora de elegir qué producto o servicio adquirir.

- Versátil: la aplicabilidad de un logo es su capacidad de adaptarse a distintos tamaños, colores y superficies sin perder su legibilidad. Esta cualidad es de suma importancia si se tiene en cuenta que un logo, al ser la pieza central de un sistema gráfico corporativo, se aplica en múltiples ocasiones sobre diferentes espacios.

- Original: una de las principales razones de ser de un logo es lograr que una determinada empresa logre imponerse sobre otras, marcando una diferencia cualitativa. Los logos que pueden cumplir con este objetivo son los diseñados originalmente, es decir, aquellos cuyo diseño no imita al de la competencia. Aún cuando un logo puede enmarcarse dentro de un estilo, es preciso que un logo capture la esencia y la diferencia de una compañía.

- Consideración de a quienes se dirige: cada servicio, producto, empresa, etc. busca atraer a un público específico, con rasgos característicos, tales como el sector social, la edad, el género, el nivel educativo, entre otros. Los elementos gráficos serán seleccionados teniendo en cuenta a las personas a las que se dirige el logo. Por ejemplo, si se orienta a adolescentes podrá optarse por colores intensos y formas curvadas; en cambio, los colores formales y las líneas rectas son los indicados para captar la atención de personas mayores, profesionales, empresarios.